La logística sostenible, también conocida como logística verde, es el conjunto de medidas relativas a la logística y el transporte que se deben tomar para promover el cuidado del medio ambiente.
Hoy en día, todos, tanto a nivel personal como empresarial, estamos más concienciados que nunca sobre el cuidado y la protección de nuestro planeta. Debemos ser conscientes de que solo tenemos un lugar en el que vivir y de que todas las acciones que realicemos hoy, formarán parte del “fruto” que recojamos mañana.
Es por ello que debemos, como mínimo, cumplir la normativa vigente en materia de sostenibilidad, tanto a nivel europeo como la que nos corresponde a nivel nacional.
La política ambiental de la Unión Europea es una de las más estrictas del mundo y gira en torno a pilares como la protección de los hábitats naturales, la correcta eliminación de residuos o la economía sostenible, entre otros. Todas estas medidas tienen el objetivo de velar por la calidad del aire, la seguridad del agua potable y la gestión de los residuos para promover un entorno saludable, y su incumplimiento no acarrea únicamente multas y costes económicos, sino problemas para el medio ambiente y la salud de los ciudadanos.
Por ello, existen ciertas medidas que las compañías de logística y transporte europeas pueden poner en marcha para promover una logística sostenible. Te las presentamos a continuación.
4 medidas para promover una logística sostenible
Según datos del Foro Económico Mundial, alrededor del 6% del total de emisiones de CO2 globales tienen origen en el sector de la logística y el transporte. Con la adopción de ciertos cambios, es posible mejorar esta cifra para minimizar el impacto ambiental del sector.
En primer lugar, hablaremos de la medida más obvia: el cambio de combustibles fósiles y naturalmente limitados -carbón, petróleo- por combustibles renovables, más limpios -gas natural, combustibles orgánicos- o modalidades de transporte híbrido o eléctrico. Es cierto que, algunos medios de transporte, como los aviones o los vehículos, se están reinventando para poder ofrecer a usuarios y empresas una alternativa más limpia a la tradicional, con combustibles sostenibles o motores eléctricos. Sin embargo, el elevado coste de los vehículos y aviones eléctricos, así como su eficiencia y rendimiento, son factores que actualmente impiden un beneficio realmente significativo que logre compensar la inversión de las empresas logísticas y de transporte en ellos.
En línea con esta primera medida, las compañías logísticas y de transporte también pueden tratar de optimizar su gasto energético para reducir su huella de carbono. Al fin y al cabo, se trata de reducir las emisiones, tanto de los medios de transporte en sí (evitando la conducción temeraria, a altas velocidades, preocupándose por el mantenimiento de los vehículos y sus componentes, como los neumáticos de los camiones…), como de las derivadas de la propia actividad de la empresa, por ejemplo: consumo eléctrico de oficinas y almacenes, consumo de agua, reciclaje, reducción del uso de envases de plástico, etc., promoviendo un consumo más racional de los suministros y recursos de la empresa.
Los embalajes también juegan un papel importante. Se debe limitar en la medida de lo posible el uso de plásticos, así como optar por embalajes realizados a partir de materiales reciclados y por aquellos que sean reutilizables.
En último lugar, se debe optimizar el espacio de carga de los vehículos, asegurando que cada vez que se traslada una mercancía se hace de la manera más eficiente posible, aprovechando todo el espacio disponible.
Aplicando estas medidas, además de lograr una sustancial mejora para el medio ambiente, estaremos dando una imagen más positiva en nuestro sector y hacia la sociedad, ahorrando recursos y, a largo plazo, una mayor cantidad de dinero.
En Hyland Shipping trabajamos cada día por asegurar un futuro mejor. Promovemos la sostenibilidad en todos y cada uno de nuestros procesos para que, tanto nosotros como nuestros clientes, podamos disfrutar de un planeta sano.
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